Por primera vez en la historia de Catalunya, un
expresidente de la Generalitat se ha sentado en el banquillo de los acusados
por el juicio del 9-N. Artur Mas y las exconselleras Joana Ortega e Irene Rigau,
acusados de desobediencia y prevaricación por organizar un proceso de
participación, llegaban ayer al Palacio de Justicia arropados por el president
Carles Puigdemont, miembros del Govern, así como por las entidades
soberanistas, cargos electos y unas 40.000 personas.
La Fiscalía pide 10 años de inhabilitación para Mas,
-y nueve para Ortega y Rigau-, una pena que la acusación popular ejercida por
los sindicatos policiales SPP y UFP y Manos Limpias pide elevar a 12 años y
que, en ambos casos, impediría a los procesados ejercer cualquier cargo público
durante el tiempo de condena.
Mas, quien se negó a responder a las preguntas del
fiscal y de la acusación particular, asumió toda la "iniciativa
política" en la organización del 9N, una votación que asegura que no fue
"un capricho personal o una salida de tono", sino el cumplimiento de
un "mandato explícito del Parlament". "Quiero dejar claro que
las directrices venían de la presidencia de la Generalitat y de mi mismo. Los
otros miembros del Govern siguieron estas directrices. Eso afecta a Joana Ortega,
Irene Rigau y Francesc Homs”. El expresidente catalán recordó que la iniciativa
de impulsar el 9N tenía "unas raíces profundamente claras, y estrictamente
democráticas".
Ortega, por su parte, alegó que "más de 40.000
voluntarios fueron el ‘alma’ del proceso participativo del 9N de 2014 y fueron
ellos los que hicieron posible el proceso participativo, y no la Generalitat,
que lo había dejado en sus manos desde días antes”. Según la exconsellera,
"escuchar el pueblo, a la gente", no puede ser nunca un acto delictivo y aún menos un acto
criminal".
Apoyo del
nacionalismo vasco
Ante este contexto, los partidos nacionalistas
vascos, EAJ-PNV y los integrados en EH Bildu, ofrecieron el pasado domingo una
imagen de unidad para expresar su apoyo y solidaridad a los cargos políticos
catalanes. Llamados por la plataforma Gure Esku Dago, varios cientos de
personas participaron en las concentraciones de solidaridad en las capitales
vascas con el lema "democracia".
"Las consultas ciudadanas o los referendos son
herramientas democráticas imprescindibles para decidir tanto el presente como
el futuro", afirmaron los portavoces de la plataforma independentista,
motivo por el que consideraron "inconcebible e inaceptable" llevarlas
a los tribunales. Asimismo, exclamaron que "nunca estarán solos en el camino para
decidir el futuro democráticamente. Hoy las urnas y los sobres son símbolo de
democracia y tienen un significado especial: queremos decidir, votaremos y
decidiremos".
Eco
internacional
El juicio a Mas, Ortega y Rigau por haber impulsado
la consulta del 9-N ha suscitado el interés de los principales medios de la
prensa internacional. La BBC, The Guardian, The Washington Post, Le Monde, Le
Figaro, Político y muchos otros medios internacionales han publicado la
información sobre el juicio en sus portadas digitales.
Así pues, el diario escocés The National
ha equiparado la situación política de Catalunya con la de Escocia. Con el
titular “La lucha por la autodeterminación en Europa”, publica una imagen del
ex-presidente Mas antes de entrar al TSJC, acompañada de esta frase: “Protestas
mientras el ex-dirigente catalán encara un juicio por una votación sobre la
independencia”.
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