martes, 10 de noviembre de 2015

El Parlament aprueba la moción de inicio de ruptura con España


Catalunya emprende su “adiós” a España. Un año después del proceso participativo sobre la independencia de Catalunya, el Parlament aprobó ayer la "declaración solemne del inicio del proceso de creación del Estado catalán independiente en forma de república", un "proceso de desconexión" que "no se supeditará" al Tribunal Constitucional. Los votos de Junts pel Sí (62) y la CUP (10) fueron suficientes para dar luz verde a la moción; C’s, PSC y PP se posicionaron en contra, al igual que los diputados de Catalunya Sí que es Pot, que exhibieron carteles en los que defendían un "referéndum".

El texto aprobado prevé que en un plazo máximo de 30 días se inicie la tramitación de las "leyes de proceso constituyente, de seguridad social y de hacienda pública" y proclama la "apertura de un proceso constituyente ciudadano, participativo, abierto preparar las bases de la futura constitución catalana". El primero de los nueve puntos de la resolución constata el "mandato democrático" de las elecciones catalanas del 27S, que arrojaron una mayoría de escaños de fuerzas independentistas y una amplia mayoría soberanista en votos y escaños que apuesta por la apertura de un proceso constituyente no subordinado. 

En efecto, como un "mandato democrático" defendió Raül Romeva, encargado de dar el pistoletazo de salida al debate, la resolución independentista. El exeurodiputado de ICV dió un tono social a su defensa de la resolución, hablando en términos incluso de "revolución" en varias ocasiones. "La independencia va esencialmente de garantizar los derechos de las personas y de que la gente pueda vivir mejor". Así pues, tras repasar los puntos de la resolución, lanzó un mensaje desafiante al Estado: "quizá hay quien cree que cargando a los tribunales con artillería legislativa se parará este clamor. Lamento decirles que esto ya no hay quien lo pare. Si no hoy será mañana, si no nosotros serán otros, pero este país hace tiempo que dice alto y claro que ha llegado la hora de ir a por todas".

Y es que uno de los puntos de la resolución que más polvareda ha levantado es el que establece que "el Parlament y el proceso de desconexión democrática no se supeditarán a las decisiones de las instituciones del Estado español, en particular del Tribunal Constitucional". El texto señala que el Constitucional es un órgano "deslegitimado y sin competencia" desde que en junio de 2010 emitió una sentencia en la que recortaba el Estatut aprobado en referéndum en 2006. Además, la resolución insta explícitamente al nuevo Govern a "cumplir exclusivamente aquellas normas o mandatos emanados" del Parlament, para "blindar los derechos fundamentales que puedan estar afectados por decisiones de las instituciones del Estado español".

 
Los diputados del Parlament, tras la aprobación de la declaración de inicio del proceso independentista. Fuente: ara.cat

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